SEGUIDORES

miércoles, 17 de octubre de 2012

LOS NIÑ@S Y NUESTROS ESTADOS DE ÀNIMO


Cuadro Madre-Hijo Gustav Klimt
A veces las mamas jugamos a ser fuertes, a fingir  que todo va bien  aunque por dentro no sea del todo verdad. Lo cierto es que  aunque creamos que disimulamos nuestros hijos lo notan, saben que hay una disonancia entre lo que aparentamos ser y lo que sentimos. Además cuando una estira la máquina llega un momento en que ésta se rompe y, sin querer, puedes sorprenderte gritando a tu hij@ o reaccionando de forma desmesurada ante algo no tan grave. Esto tiene dos consecuencias: una que las mamas terminemos culpabilizándonos de nuestra reacción  y otra aún peor que los niños pueden llegar a confundirse y pensar que nuestra tristeza o enfado es causado por ellos ¡¡qué injusto...!!!¿no?.

 Ante esto,¿cuál es la solución? cada persona tendrá la suya. La mía  ha sido quitarme la máscara de SUPER MAMÁ y volver a ser humana, ACEPTAR que hay momentos buenos  y malos y COMUNICARSELO a mis niñas en un lenguaje que ellas entiendan. De este modo les digo algo así como "Mamá hoy está un poco triste porque algo no le salio como esperaba pero se le va a pasar rápido si jugamos un ratito" o "Mami está muy cansada porque trabajo anoche, me haría muy feliz que me ayudarán a recoger". Se trata de que mis hijas sepan de las emociones, las vean en mi rostro en coherencia con lo que les digo y aprendan, poco a poco, a manejar también lo que sienten.

En fin, que ser mamá no es fácil pero aquí estamos en el camino aprendiendo. Por ello cada día les doy las gracias a mis peques porque al fin y al cabo al mirarles despertar siento que nada puede ser tan grave como para apagar la alegría que siento por tenerlas en mi vida.¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES A TOD@S!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESTE BLOG SE ENRIQUECE CON LOS COMENTARIOS ¡DEJANOS EL TUYO!